Es
difícil, pensar, en como reaccionar ante determinadas circunstancias, pero no es imposible, aunque si trabajoso.
Después de pensar, meditamos en actuar y en aplicar, pero pocas veces ocurre eso.
En nuestro país es
difícil, reaccionar en el momento adecuado... Y, es como lo dice el viejo
refrán turístico, "
república peruana, donde todo el mundo hace lo que le da, la gana". ¿Como poder actuar en el momento adecuado? ¿hacer lo
correcto o beneficiarme, que
también es lo correcto?
Estas preguntas revolotean por nuestra cabeza, infinidad de veces. La respuesta aunque sea muy sencilla carece de valor. Nuestro
país a perdido muchos valores, y aunque nuestra sociedad es como una inmensa manada de
mamíferos, encerrada, la fuerza, desplazada al momento de abrirse las puertas solo apunta hacia una sola
dirección... hacia adelante. Esta
comparacion algo
insulsa pero muy ilustrativa, cumple su objetivo. Pues un hombre sin conocimiento y cultura no tomas muchas
decisiones, es
víctima de las tempestades gubernamentales,
políticos y
económicas, valga la
redundancia. Pero al fin y al cabo, tempestades que no
aflijen y nos hacen muchas veces perdernos en los conceptos de "el bien y el mal".
Los templario somos personas, siempre firmes. Siempre preparados para actuar pensando que el cambio se da en todo momento, cual propiedad de la materia. A nosotros muy rara vez, nos sorprenden porque llevamos un
espíritu de firmeza. Un
espíritu apoyado bajo los pilares de nuestra Iglesia
Católica, forjado en los ideales del Temple, San Bernardo y el pensamiento
pluralista. Ideales que son siempre dirigidos hacia el bien y la paz.
Recuerdo una
conversacion que tuve, con un hermano en Cristo. El heraldo del
evangelio, me hizo reflexionar en una
expresión poco usual, la cual
compartio conmigo,
identificandose con el
espíritu protector que rodea al temple, y me lanzo la siguiente
afirmacion, "La gente es permisiva con el mal, que siempre es agresivo, pero cuando el bien se muestra
así, la gente lo suele criticar, ya, acostumbrada al mal"...
Esta
reflexion, muy enriquecedora, me hizo ver de otra forma los errores que se cometen a diario, me hizo pensar en el
policía de transito que siempre recibe, alguna "
coima" o dinerillo extra, me hizo pensar en la gente que abusa de su poder, mas no aplica su inteligencia. Me hizo pensar en como la gente muchas veces cae en las tentaciones del
egoísmo y no de lo justo. Ideas similares que conforman el concepto de nuestro
país,
día a
día, las vemos en las calles, en las noticias, en la
tv y
demás medios de
información. Pero el punto es, ¿como proceder?, pues es
a pesar, que la respuesta sea sencilla, no es
fácil.
Tenemos metas, las cuales son costosas,
ameritan mucho esfuerzo y
sacrificio a veces
decisiones dolorosas e irreparables, que nos pueden hacer sentir verdaderamente mal y tal ves nos puedan hacer pensar en retroceder,
haciéndonos sentir dudosos por un instante e
inclusive pensar que en el mundo no hay justicia, pero no es
así.
Muchas veces nos preguntamos ¿Que es justicia?, el justo hace siempre lo correcto, esta claro el principio. Pero no lo correcto para el, ni para ellos. Sino, el justo cumple con su DEBER.
Este espacio importante que tiene el mundo en lo que moralmente respecta, casi siempre en
vacio, en nuestro
país esta completamente repleto y saciado, en cuanto a "deber lucrativo se trate", por los empresarios y
políticos. Ellos siempre cumplen con su deber, cumplen sus metas y sus
decisiones serán casi siempre correctas. Aunque nuestra
política, tal ves no este inmersa en este concepto y valor, por la falta de "deber", ya que se enfoca más, en el
egoísmo, consiguiendo
así primero llenarse los bolsillos y
después realizar alguna obra de bien, siguiendo su "
obligacion" para luego ser aplaudidos. Lo cumplen si se trata de hacer "
política".
El deber, es saber hacer lo correcto, aunque nuestra vida este muchas veces en juego. Es, para los comunicadores enfrentarse a la censura, para los ricos enfrentarse a la pobreza, para los soldados defender su
país, para los
policías proteger nuestras calles, para nuestros jueces dar veredictos y
dictámenes a conciencia, para nuestros
políticos ser honorables y buscar siempre la
mejoría del
país. Para nosotros los templarios es combatir toda esta falta de valores que vemos siempre y nos topamos a diario, es cumplir nuestro
código, es resguardar nuestra comunidad, es proteger al
prójimo, es luchar contra los que pretendan con acciones, ensuciar el nombre de Cristo,
recordaos que somos su milicia.
Es, no esperar las bendiciones, sino disfrutar de los frutos de nuestro trabajo, porque nos mueve -Cristo-, quien es, el "porque" de nuestra existencia. Por eso gozamos con la
protección celestial de Cristo, la
convicción y certeza de hacer lo correcto, por cuanto tratamos de cumplir con nuestro deber, aunque a veces la retirada sea algo inteligente. Porque la
plantificación y
organizacion son parte de nuestra estrategia. Porque luchamos con nuestro "
bausant", bien en alto a la hora que nos presentamos. Por adonde llevamos el nombre de templarios, hacemos sentir nuestra presencia, en caso no la halla y sea necesario.
Somos el ejercito de Cristo y nuestros objetivos siempre van a hacer los mas justos para la sociedad. Porque procedemos con el amor de verlo sufrir. Porque somos
conscientes que dio la vida por nosotros, y que esta dispuesto a volver a entregarla. Nosotros no dejamos de valorarla en
ningún instante. Porque estamos agradecidos con su amor. Porque nos movemos con el. "Porque esta a la derecha de Dios Padre todo poderoso, creador del cielo y de la tierra".
Así somos los templarios justos y defensores de la justicia.

A
continuación, una
poesía de Santa Teresa de
Jesus.
Disfrutenla...
NO ME MUEVE SEÑOR
No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor,
muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Non Nobis Domine
Fr + Cris