Santa Rosa De Lima

Santa Rosa De Lima
Patrona Del Priorato Magistral Del Perú - Celebración 30 de Agosto

NON NOBIS DOMINE, NON NOBIS, SED NOMINE TUO DA GLORIAM




Orden De Los Pobres Caballeros De Cristo

Orden De Los Pobres Caballeros De Cristo
Supremus Militaris Ordo Templi Hierosolimitany - Maestrazgo Internacional Templario

lunes, 9 de marzo de 2009

Santa Rosa de Lima



Nuestro ilustre historiador Rubén Vargas Ugarte S.J. (1886-1975), autor entre otras notables obras de Historia General del Perú en 24 volúmenes (Milla Batres, Lima 1971-1984), pinta Lima de fines del siglo XVI con el gran fervor religioso que la ha caracterizado, “…las grandes Órdenes, en cuyos monasterios florecían varones de eminente santidad como Francisco Solano y un Fray Andrés Corso, en la Recoleta de Ntra. Sra. De los Ángeles, un Diego de Ojeda y un Juan Masías, en la Recoleta dominica de Sta. María Magdalena, un, Gabriel Saona y un Luis López de Solís, en el convento agustino de Ntra. Sra. de Gracia, un Fray Gonzalo Díaz de Amarante, en el de San Miguel de la Orden de la Merced y un Toribio de Mogrovejo, en el solio arzobispal de la ciudad tres veces coronada” (Vida de Santa Rosa de Lima, Imprenta López, Buenos Aires, 1961, tercera edición).

Podemos agregar lo dicho por Fr. Ángel Menéndez Rúa O.P. (Reseña Histórica del Santuario de Santa Rosa de Lima, Sanmarti, Lima, 1939) al describir la época en la que nació y vivió Sta. Rosa. “Es esta la época más gloriosa de la Iglesia en el Perú. En ella florecieron como astros de primera magnitud, contando solamente los que recordamos y no haciendo mención sino de los de Lima, los siguiente: la santa Patrona Rosa de Santa María; Santo Toribio de Mogrovejo; San Francisco Solano; el Bto. Juan Macías (hoy santo) el Bto. Martín de Porras (hoy santo) el Vble. P. Castillo; Dña. Luisa de Melgarejo; el Vble. Martín de Barragán; Dña. María Antonia; el Vble. Fr. Pablo de la Caridad; Dña. Lucía Guerra de Daga; el Vble. Bernedo; el Vble. Mendoza; el Vble. Noroña…”


En este ambiente de gran religiosidad y en una Lima apacible nace Isabel Flores de Oliva un 30 de abril de 1586. No se guarda de ella retratos en vida ya que desde muy pequeña rehusó que destacaran su belleza. Dicen que se frotaba el rostro con pimienta para no ser calificada por todos de bella. Estuvo a punto en varias oportunidades de ingresar a la clausura (clarisas, agustinas…), siempre se interpuso un imprevisto…fue Terciara Dominica, después de oír la voz de nuestra Señora del Rosario que le decía que abrazara la vida de entrega al Señor en la Orden de Santo Domingo de Guzmán. Es una santa laica.

Angelino Medoro, napolitano de quien se dice fue un tiempo discípulo de Miguel Ángel, tomó en su lecho de muerte una imagen de la santa que no revela su verdadero rostro, pero nos aproxima con su palidez y sus ojos entornados a su experiencia de muerte.





Nuestro ilustre historiador Rubén Vargas Ugarte S.J. (1886-1975), autor entre otras notables obras de Historia General del Perú en 24 volúmenes (Milla Batres, Lima 1971-1984), pinta Lima de fines del siglo XVI con el gran fervor religioso que la ha caracterizado, “…las grandes Órdenes, en cuyos monasterios florecían varones de eminente santidad como Francisco Solano y un Fray Andrés Corso, en la Recoleta de Ntra. Sra. De los Ángeles, un Diego de Ojeda y un Juan Masías, en la Recoleta dominica de Sta. María Magdalena, un, Gabriel Saona y un Luis López de Solís, en el convento agustino de Ntra. Sra. de Gracia, un Fray Gonzalo Díaz de Amarante, en el de San Miguel de la Orden de la Merced y un Toribio de Mogrovejo, en el solio arzobispal de la ciudad tres veces coronada” (Vida de Santa Rosa de Lima, Imprenta López, Buenos Aires, 1961, tercera edición).

Podemos agregar lo dicho por Fr. Ángel Menéndez Rúa O.P. (Reseña Histórica del Santuario de Santa Rosa de Lima, Sanmarti, Lima, 1939) al describir la época en la que nació y vivió Sta. Rosa. “Es esta la época más gloriosa de la Iglesia en el Perú. En ella florecieron como astros de primera magnitud, contando solamente los que recordamos y no haciendo mención sino de los de Lima, los siguiente: la santa Patrona Rosa de Santa María; Santo Toribio de Mogrovejo; San Francisco Solano; el Bto. Juan Macías (hoy santo) el Bto. Martín de Porras (hoy santo) el Vble. P. Castillo; Dña. Luisa de Melgarejo; el Vble. Martín de Barragán; Dña. María Antonia; el Vble. Fr. Pablo de la Caridad; Dña. Lucía Guerra de Daga; el Vble. Bernedo; el Vble. Mendoza; el Vble. Noroña…”


En este ambiente de gran religiosidad y en una Lima apacible nace Isabel Flores de Oliva un 30 de abril de 1586. No se guarda de ella retratos en vida ya que desde muy pequeña rehusó que destacaran su belleza. Dicen que se frotaba el rostro con pimienta para no ser calificada por todos de bella. Estuvo a punto en varias oportunidades de ingresar a la clausura (clarisas, agustinas…), siempre se interpuso un imprevisto…fue Terciara Dominica, después de oír la voz de nuestra Señora del Rosario que le decía que abrazara la vida de entrega al Señor en la Orden de Santo Domingo de Guzmán. Es una santa laica.

Angelino Medoro, napolitano de quien se dice fue un tiempo discípulo de Miguel Ángel, tomó en su lecho de muerte una imagen de la santa que no revela su verdadero rostro, pero nos aproxima con su palidez y sus ojos entornados a su experiencia de muerte.

San Rosa no fue una poetisa (o una poeta, como se dice ahora) sino una mujer sensible que cantó pequeñas coplas y letrillas a nuestro Señor, ejecutaba muy bien la vihuela.




Nave Central de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario - Lima



Entre las que han llegado a nuestros días, aquella en la que juega con su nombre:



Ay, Jesús de mi alma,
qué bien pareces,
entre Rosas y Flores
y Olivas verdes.

La letrilla que dedica a su ángel de la Guarda:

Joven celestial,
vuela al Criador,
dile que sin vida
yo, viviendo estoy.




Otra:


¡Oh, mi Dios, si yo te amara!
¡Oh, si te amara, mi Dios!
¡Yo amándote quedara
Ardiendo en llamas de Amor!

¿Cómo te amaré mi Dios?
¿Cómo te amaré, Señor?
Siendo yo tu criatura
y tú el Criador.

Padre mío, Domingo,
antes de que muera
te encomiendo mi Oliva
que sola queda.



Si nuestra santa y mística no llegó a las alturas de la poesía de Sta. Teresa de Jesús o Sor Juana Inés de la Cruz, bien debemos destacar con Felipe Sassone (Tríptico, Lima, s/f):


Si no fuiste doctora entre doctores
ni sus versos hiciste ni su prosa,
tu plática escucharon, silenciosa
los insectos, las aves y las flores.






CATEDRAL DE LIMA


CATEDRAL DE LIMA



El escudo del Priorato del Perú lleva en dos de sus campos, rosas. Una de ellas representa a Santa Rosa de Lima, la primera santa de América y patrona, además, de Indias y Filipinas. La otra representa a la Santísima Virgen de la Evangelización; una de las imágenes más antiguas de nuestra Santa Madre en nuestro país. Su SS Juan Pablo II le entregó, en una de sus visitas, la “Rosa de Oro”. Nuestra Madre y nuestra Santa están en nuestro escudo como testimonio perenne de nuestra devoción, nuestro amor y nuestra disponibilidad.










Ntra. Señora de la Evangelización; Catedral de Lima. Lleva en su mano derecha la Rosa que le entregara Juan Pablo II

Fr.+ R. de Vitry

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