P. Héctor de Cárdenas La Rosa, SS.CC.

P. Héctor de Cárdenas La Rosa, SS.CC.

Nacido en Lima, el 2 de setiembre de 1926, Héctor de Cárdenas La Rosa se ordenó sacerdote en la Congregación de los Sagrados Corazones. Un cáncer de lengua que fue creciendo hacia la boca terminó con su vida. Después de varias intervenciones en las que se le extirpaban pedazos del órgano, regresó a la Casa del Señor en enero de 1980.
Director de organizaciones juveniles, animador en el Colegio La Recoleta de Lima, el P. de Cárdenas dejó la semilla de lo que hoy es la Comunidad Laical de Los Sagrados Corazones.
No fue la poesía su quehacer ni su preocupación principal, fue un hombre de profunda fe y entrega a Cristo. La experiencia del dolor la convirtió en oración y entrega plena al Creador.
Internado en el Hospital de Enfermedades Neoplásicas de Lima, fue perdiendo paulatinamente la capacidad de hablar. Escribía. Recogidos sus escritos en su librito Desde la Vida (usamos la 5ta. Edición, Lima 1995), podemos leer el testimonio de su vida, su dolor y sus esperanzas.

122
Si tu pecho no anhela,
no grita,
no tiene hambre de Cristo,
entonces, estás a oscuras…
Entonces la aurora,
aún no llama "tu día".

211
Cristo,
amarte con locura
es la única manera cuerda
de amarte…
Nada me interesa fuera de Ti,
nada me importa fuera de Ti,
nada me satisface fuera de Ti,
nada me hace feliz fuera de Ti .

Desde la experiencia de su dolor físico que era inmenso, dejó testimonios:

DOLOR
Dolor,
eres una experiencia
tan personal
que nos quedamos solos,
tú y yo
para vivirlo.
Tú
remarcas mi conciencia
la realidad y la cercanía
de la muerte.
Tú
llamas dentro de mí
a Cristo, "Varón de Dolores"
y haces pasar
lenta y serenamente
ante mi conciencia
los hechos de mi vida.
Eres terreno común
de jóvenes y ancianos,
de pobres y ricios.
Sin ti
nadie puede alcanzar
la madurez humana…
Tú eres
el dinero de mi ofrenda,
la consagración de mi misa.
Tú, inseparable de mí
úneme a Cristo para siempre.

CON LÁGRIMAS
Señor Jesús,
hoy quiero recordar contigo
aquellos momentos, en que,
golpeado por el fuerte dolor
reclinaba mi cabeza sobre Ti
y lloraba…lloraba mucho.
…Y cómo
Tú, tierna mirada de amor
me acompañaba
y lentamente todo
iba pasando…para luego volver
a la vida olvidando todo
lo pasado y continuar así, como antes, aquí
donde vivimos juntos.

233
Señor,
Cuando la vida es un continuo
Dolor, la muerte tiene
Otra cara…ya no asusta,
Prometa paz.

EL MOLINO
El cáncer es el molino
que tritura poco a poco
los trigos, para hacer las hostias
y las uvas, para hacer el vino
que luego serán transformados
para ser
la Eucaristía de vida.

239
La imagen del hombre,
desnudo es la que más se acerca
a la del cristiano.
la desnudez lo hace a uno
tan indefenso, tan pobre y
sencillo, que lo hace a uno
clamar: ¡Padre! ¡Padre!
Vestirse es disfrazarse,
es protegerse.
Desnudo salí del vientre
de mi madre, desnudo regreso
a Ti, mi Dios.

Hacer del dolor, que lo lleva del "dolor, al calmante, al dolor", "dolor, cansancio, debilidad…", una oración, una oportunidad para profundizar la entrega y acrecentar la esperanza, es el mensaje del P. de Cárdenas. Hasta sus escritos sobre su dolor le preocuparon:

DESDE LA CRUZ
No quiero escribir más
Sobre mi dolor;
no quiero comercializarlo,
no llevo a cambio nada
porque Cristo no llevó su cruz
a cambio de su resurrección…

Doce días antes de morir, el último día en que aún pudo escribir, nos dejó:

Qué paz y tranquilidad
me da saber
que seré medido
por el amor de Cristo…
La profundidad de la lanza
de su amor
me da nueva vida…
una vida atravesada
por la lanza de

Cuando el dolor se haga realidad en nuestras vidas, de modo irremediable, encontremos en él lo que el P. de Cárdenas nos enseñó. A quienes la vida muestre una cara de dolor, la esperanza rebosante en Desde la Vida, le dará la fortaleza en el Señor para seguir el último poema, inconcluso.
Notas: La figura poética de la desnudez refiere a la originalidad del ser, a la pureza, a la verdad. El ropaje es lo sumado, agregado, que muchas veces disimula, disfraza y oculta lo original. En el Génesis encontramos la idea con gran claridad. Después de comer del Árbol prohibido, Adán y Eva toman consciencia de su desnudez y se cubren. En la poesía desde muy temprano se utiliza la figura: "Señor, desnudo nací/ del vientre que me engendró; desnudo me vuelvo allí/ cual mi madre me parió/ Solamente ruego yo, / Señor, que el ánima mía/pongas en la compañía/del pueblo que a Ti sirvió." (Cancionero de poesías varias. Manuscrito No. 617 de la Biblioteca Real de Madrid. Segunda edición 1995)
La esperanza, constante en los escrito del P. de Cárdenas la entendemos como la virtud, (en todo ser), es lo que hace bueno a quien la tiene y hace buena su obra, como lo describe García Alonso y Saiz Núñez (Diccionario de valores, virtudes y vicios. 2007). Sin olvidar su carácter de Virtud Teologal.