Santa Rosa De Lima

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Patrona Del Priorato Magistral Del Perú - Celebración 30 de Agosto

NON NOBIS DOMINE, NON NOBIS, SED NOMINE TUO DA GLORIAM




Orden De Los Pobres Caballeros De Cristo

Orden De Los Pobres Caballeros De Cristo
Supremus Militaris Ordo Templi Hierosolimitany - Maestrazgo Internacional Templario

martes, 23 de marzo de 2010

Número Áureo



Preguntado, por un hermano, por el número de oro, de la proporción áurea en la naturaleza, he creído conveniente ilustrar mi respuesta recordando la explicación de Pablo Tosto.

La serie de los números naturales: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, etc., tienen cada uno de ellos una unidad más que el anterior y una menos que la siguiente; estableciendo una relación igual y constante, de simetría simple, monótona. Si esta serie se hace aditiva, es decir, que cada término sea igual a la suma de los dos anteriores, se obtendrá entonces una serie simétrica, pero armónica, por ser proporcional.

Por ejemplo:
1 + 1 = 2, 1 + 2 = 3, 2 + 3 = 5, 3 + 5 = 8,


5 + 8 = 13, 8 + 13 = 21, 13 + 21 = 34, etc.


Así se forma la famosa serie de Fibonacci, Leonardo de Pisa, matemático italiano del 1200, que es la siguiente:

1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233, 377, 610, etc., etc.


Estos números representados en forma de quebrados constituyen una serie de fracciones armónicas y proporcionales entre sí. Comenzando por el cero y formando quebrados con dichos números sucesivos, se obtendrá una serie de quebrados de relación Menor, que es:

En cambio, si se forman de manera que el Numerador sea igual a la suma de los dos términos del quebrado anterior y el Denominador sea la suma del Numerador propio, más el Denominador precedente, se obtendrá otra serie de quebrados de relación Mayor, que es:


Combinando estas dos series de quebrados tendremos otra más amplia, de escalonamientos más próximos y que además presenta posibilidades mayores. Esta es la más completa serie de quebrados armónicos:



Es notoria la armonía que surge de esta serie de relaciones, que comparadas resultan de una proporcionalidad constante, representada por la cifra 1,618, que es el NÚMERO DE ORO: al ser aplicado a las medidas de líneas, figuras o cuerpos poliédricos, éstos guardarán esa misma relación áurea.

Este número se expresa:


Hace comprensible el concepto de Proporción Áurea. Por ejemplo, dice Tosto, si una línea, de cualquier medida, se divide o secciona, ocurre que:


Si se la corta por el medio, en partes iguales, se obtiene una simetría simple, monótona, de relación constante, de ritmo estático; efecto similar al de la serie de los números naturales.



Si se la divide por cualquier parte se produce una simetría irrazonable, sin armonía, ni ritmo, ni lógica; produciendo un efecto de desequilibrio, inestable y de fatiga óptica.


Existe una sola forma de seccionarla de manera que los dos segmentos resultantes guarden una relación constante y proporcional, similar a la serie aditiva de Fiobonacci, encadenados a un ritmo dinámico recíproco y continuo, de segura y equilibrada armonía; de proporción áurea.


Su símbolo matemático es:, phi.


Se dice de este número como el “preferido de la naturaleza y el arte”, que es un número “divino”, el “preferido” en la especulación pitagórica. La verdad es que se encuentra en la naturaleza y el arte como una proporción perfecta.


En la historia de los cánones humanos se ha estudiado la relación proporcional entre el cuerpo humano y la construcción de los Templos egipcios. En Menfis, en la tumba de Menofré, de la V Dinastía (siglo XXX), se encontraron pequeñas figuras con indicaciones de puntos y líneas para guardar una proporción en las figuras humanas. Se ha comprobado que para ellos la proporción del cuerpo humano era de 16, 19, 21 y ½, 22, 23 partes iguales, siendo la unidad para unos el ancho de un pie y para otros el largo del pulgar. Los cánones griegos varían, así el Apoximeno, esculpido por Lisipo, tiene 7 y ½ cabezas como proporción. Esta proporción se repite en el Hércules de Escopas, el Hermes de Praxíteles y Afrodita de Sirene, entre otros.


En la Edad Media, tanto en el arte Románico como en el Gótico se hacen visibles los cánones greco-romanos, pero sometidos a una nueva forma mística, que desarrollaremos en este Blog en otra oportunidad, y que ha sido ampliamente estudiada por los hermanos de nuestro Priorato.


El alargamiento de las figuras humanas en el gótico no corresponde tanto a una estilización arquitectónica como a un nuevo lenguaje místico.

En Botánica el número Áureo es la Ley de Ludwig


Fr.+ R. de Vitry

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